Punto ciego...

Tengo un camino de ronchas que me rodea el cuello, como una soga. Las ansias… el deber. Me duelen y me pican, y se propagan por todos lados; mi pelo empieza a tener otro color. Se van reinventando los espacios del colchón y me tapo con plumones que no son míos. Otra vez...

Por qué cada vez que suena el teléfono tengo que pensar que sos vos. Si no sos vos.

Vos, el altanero que no te invita a compartir su vida, sino más bien te ubica en la entrada del museo para que la mires, la admires y te entretengas. Rellenas cada zócalo con las más tontas mentiras y te regodeas de la victoria de ser frío e independiente. Independiente, rodeado de circuitos de nocivas coincidencias.

No me ves ni me entendés. No entendés mi piel, ni el porque del movimiento de mis manos. Todo para vos es pétalo y aire. Y yo soy fuego y espinas.

Todavía armado y con trincheras, la soledad te acompaña como bandera. Soledad enviciada y llena de ruido, que poco ayuda al mármol de tu cuerpo- Un bloque que espera ser forma.

No encuentro mi huequito en tu mundo, mi zócalo. No encuentro mi cajón ni mis cerrojos. No veo el silencio de vernos, encontrarnos. No veo el mundo parejo y sobrante. No siento la música vibrar ni los árboles recostarse. Hay una voz que me prohíbe seguirte. Una voz que me inhibe a perpetuarme. No veo el sendero, ni el pasaje. No veo el puente. Esa no soy yo. No soy sombra ni esfinge, no soy oleo ni cartel. Soy este pedazo de tierra conflicto, que se enemista y pacifica con el tiempo; y va y vuelve con el retoño del día.

Ya no espero, ni te espero- el tiempo es analfabeto. No sabe de líneas ni renglones. No sabe de palabras ni sus baratijas. El tiempo solo escucha música y silencios. Mi tiempo es esta hoja en blanco, que quiere volverse acción y solo encuentra poesía: mi torrente inagotable de luz y miseria.

¿Hasta cuándo?

Hay un punto ciego en el que no me ves.

by inez